ron-vargas

Todavía no llega la mañana. Pasé la noche en los claros azules de un televisor encendido y las risas rápidas de una comedia sin nombre. Y al final de todo, la luna sigue allí, como el ojo frío de mi insomnio eterno. Y extraño tu piel, tus pechos de niña buena y tus silencios. Especialmente tus silencios. Hace un tiempo, las palabras me hicieron perder la fe, por ser tan tontas y fáciles. Pero tu me hablas desde la voz profunda de tus ojos lejanos y me prometes cosas que desconoces y quieres que yo te enseñe. Aun así, me cuesta encontrar mi propia verdad y descubrir el punto en el que an

INSERT | YOUR | LINKS | VOLVER sin la frente marchita... Porque prefiero la resaca, dormir poco y olvidarme de los relojes y los fantasmas. Porque para mi un pasaje a cualquier parte es un poema exquisito o un manifiesto eufórico. Porque el amor existe y me espera en las plazuelas, en los cines, en los parques, en las camas y en un par de cartas. Y usa tantos peinados y colores de piel y tan pocas palabras. Porque la vida es un río que canta, un árbol que crece o un helado bajo la lluvia. Porque ya no tengo frío y llene mi copa para brindar por un nuevo año que ojalá me de todo lo bueno y todo lo malo, per

Quisiera saber quién soy yo. Ojalá fuera tan sencillo como extraer la cédula de identidad y mirar qué dice allí. O repasar la bitácora de mi vida y hacer una auditoria pedestre. Pero no funciona así. Porque todavía no quiero ponerle el punto final a mi nombre y tampoco quiero hacer cálculos matemáticos con lo que hizo mi alma. Además, ya miré en el espejo y le sonreí a un desconocido. Llevaba una cámara pesada como un yugo y alegre como una matraca de carnaval. Y a veces no sabía cómo decir las cosas. Por eso las captaba y las guardaba en una colección de s